INCOGA talks es un nuevo espacio creado para compartir experiencias y analizar las últimas tendencias junto a otros profesionales del sector. En nuestro primer capítulo, conversamos con Jorge Vázquez de Dous de Vinte, un destacado estudio de arquitectura de A Coruña con el que acabamos de concluir nuestro segundo proyecto conjunto: la exclusiva reforma integral y rehabilitación de una vivienda unifamiliar. ¡Bienvenidos a INCOGA talks #01!
¿Por qué elegiste la arquitectura como profesión?
La verdad es que ya desde pequeñito. Mi padre era aparejador y tenía un estudio de arquitectura con otros socios. Yo siempre andaba por allí, pululando por los pasillos del despacho. Te vas empapando del proceso, ves a la gente trabajar y, bueno, al final, también de ver a mi padre todos los días en la relación con la gente en obra, hablando por teléfono, alguna vez le acompañé a alguna, siempre te va quedando algo.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
El proceso proyectual, el recibir cada uno de los encargos como un reto para poder desarrollarlo. Aunque también, después, materializar ese trabajo teórico a la obra, a la realidad, a cómo se construye, cómo se resuelve cada detalle constructivo, para intentar lograr que quede como lo has pensado, o como los clientes quieren que quede. Todo ese trabajo, no eres tú solo, colaboras con otros profesionales, con la gente de obra y, finalmente, eres el responsable último de que todo ese proceso se lleve a buen puerto.
¿Qué líneas comunes podemos encontrar en vuestros trabajos?
Siempre intentamos que las distribuciones sean flexibles a lo largo del tiempo, que puedan dar lugar a variaciones más allá del momento en el que acabas el proyecto, porque la vida de todos cambia, la forma de trabajar cambia. Después, intentamos cuidar bastante el detalle constructivo, la buena resolución constructiva del proyecto, porque, al final, las cosas pueden ser muy bonitas, pero si empiezas a tener problemas de entradas de agua, o de otro tipo, pues se conviertes en un fracaso. Entonces sí, prestamos bastante atención a esos detalles concretos, a cómo mejorar eficientemente la vivienda en cuanto a mejoras térmicas o cosas que van un poquito más allá que la simple exigencia que te puede hacer la norma hoy en día.
¿Cómo soléis abordar los proyectos de tipo residencial?
El intervenir en el ámbito residencial, en el ámbito particular, es muy distinto al del promotor. El cliente particular es un cliente que pone toda la ilusión de su vida y mucho dinero en este tipo de proyectos. Entonces, digamos que te acabas contagiando de su energía, de sus ganas. Empiezas con una relación, muchas veces, con gente que no conoces y acabas teniendo una relación íntima con ellos por la cantidad de horas, de problemas que te trasladan, sus necesidades, sus inquietudes… Al final tienes que saber cómo vive, cómo trabaja, o cómo se relaciona con el mundo para poder dar respuesta a las necesidades en su futura vivienda.
¿Qué demanda el cliente hoy en día?
Con el acceso que tienen a cantidad de información, suelen venir a los proyectos, o a las reuniones, bastante informados de las cosas que se suelen hacer hoy en día. Tienen muchas imágenes, que han visto, de cosas que les gustan. Muchas veces son mezclas que no tienen un hilo conductor entre ellas y hay que guiarlos en ese proceso. Intentar discernir qué es lo que les puede encajar y lo que no. Y el cliente es cada vez más exigente, no digo que antes no hubiese clientes exigentes, que los había, pero al arquitecto hoy en día le obliga a bajar mucho al detalle, a estar muy atento con las personas.
¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con INCOGA?
Con INCOGA ya hemos desarrollado un par de trabajos completos, después alguna colaboración parcial en alguna otra obra y, la verdad, es que desde el estudio nos hemos sentido bastante cómodos con ellos.
Creo que es una constructora que está bastante atenta a las necesidades y a las demandas de los arquitectos, de cómo quieren que queden las cosas y si hay que darle vuelta, o incluso aportar ellos su conocimiento, pues siempre ha sido bien recibido. Aparte, los trabajos especializados, en los que tienen experiencia, pues siempre nos ayuda a resolver las cosas. Con los clientes, también tengo que decir, que todos han quedado contentos en cuanto al resultado final.
Son proyectos, estos que hemos hecho con ellos, de ciertos detalles un poco particulares: rodapiés enrasados, puertas sin marcos, microcementos; bueno, cosas que exigen bajar al detalle, no hacerlas de cualquier manera y creo que han respondido bien y han sabido resolverlo correctamente.
El último proyecto que hemos abordado juntos, en el que estamos ahora, tenía ciertos detalles que había que cuidar y que no valía cualquier tipo de profesional, tenía que ser gente bastante cualificada. Pues, pinturas con texturas, microcementos, cierta búsqueda de maderas que engamasen unas con otras porque se utilizaban en diferentes ámbitos de la vivienda. En el exterior, pavimentos y ciertos muebles hechos en hormigón pulido, en el que se ve el grano, que también se contaron con profesionales adecuados para ello. Bueno, yo creo que ha sido una vivienda de detalles bien resueltos y hechos satisfactoriamente.
¿Cómo ha evolucionado la arquitectura desde vuestros inicios hasta hoy?
En cuanto a la labor de la arquitectura yo creo que ha sido la misma y va a seguir siendo la misma. Hacer las cosas bien, proyectar con cabeza, pensando en el lugar e intentando resolver cada problema de manera individual y no de forma genérica, para que no sea todo un copia y pega, para que cada proyecto tenga su sello particular.
También es cierto que la norma ha evolucionado desde el 2010, ha habido sucesivos cambios normativos en cuanto a exigencias técnicas mínimas y eso ha obligado a la arquitectura a adaptarse. Tienes ese reto de cómo consigo lo que estaba haciendo antes de una manera nueva, dando solución a todo esto. Pues, a los aislamientos enormes que se nos piden hoy en día, la cantidad de instalaciones que hay en las viviendas y la aparición de nuevos materiales, más procesados o sostenibles, que tienes que conjugarlos con la forma de construir más tradicional.
¿Cuáles crees que serán los retos de la arquitectura en el medio/largo plazo?
Se habla mucho ahora y se empiezan a ver, a veces te llega algún reel, alguna publicación de programas de inteligencia artificial que te resuelven la vivienda. Bueno, es probable que esas herramientas te ayuden a hacer algo, pero al final, la labor humana tiene que estar detrás de todo el proceso. Hay cosas en concepción de espacios, cosas que quieres lograr, creo yo que va a ser imposible, que la inteligencia artificial las resuelva. Pero sí creo que va a tener que adaptarse un poco a ciertas cosas e incluir en el proceso alguna de estas herramientas que probablemente hagan que el trabajo, en cierto modo, pueda llegar a ser, incluso, más eficiente en algunos procesos.