INCOGA ha llevado a cabo una peculiar intervención estructural, en una edificación residencial, consistente en el corte longitudinal de una de sus fachadas laterales con el objetivo de ampliar el acceso rodado a la parcela.
La actuación consistió en la sustitución del muro de mampostería existente, de 55 cm de espesor, que conformaba el cerramiento de la fachada, por uno nuevo de hormigón armado, de 20 cm de espesor. La diferencia de espesores entre ambos sirvió para ampliar el ancho de la rampa de entrada.
Esta intervención se enmarca en el proyecto de reforma y rehabilitación de una antigua vivienda unifamiliar, ubicada en el centro de la ciudad de A Coruña, que está siendo ejecutada por INCOGA.
¿Cómo se hizo?
Primeramente, se ejecutó en la cara interior del muro de mampostería existente una estructura metálica auxiliar de estabilización, conformada por un conjunto de vigas y pilares. Por el exterior, se colocó perfilería metálica a fin de realizar un cosido entre ambos y asegurar, de este modo, la estabilidad del conjunto.
Seguidamente se procedió a la demolición del muro existente, de arriba a abajo y planta por planta.
A continuación, se ejecutó un zuncho perimetral, de hormigón armado, para que toda la cimentación quedase asegurada. Se dejaron armaduras en espera para conectar con la zapata de cimentación del nuevo muro.
Posteriormente, se ejecutó la zapata del nuevo muro, conectándolo a las esperas del zuncho perimetral, anteriormente realizado por el interior.
Por último, una vez ejecutado el nuevo muro de hormigón armado, conectado a la estructura de cada planta, se retiró la estructura metálica inicial.